Lo esencial en Quetiapina
Desde la década de los 50’s del pasado siglo, con el descubrimiento del primer antipsicótico y con ello el desarrollo de este grupo de fármacos, fue el punto de partida que revolucionó el campo de la psiquiatría hasta la actualidad. En la década de los 60’s con la llegada de un antipsicótico eficaz frente a síntomas cognitivos, positivos y negativos, ausencia de elevación de prolactina, menos efectos extrapiramidales y eficacia frente a pacientes resistentes al tratamiento, da inicio a la era de los antipsicóticos atípicos, tratando de buscar fármacos más eficaces, selectivos y seguros. La quetiapina se sintetiza hacia el año 1980, siendo aprobada para el uso de esquizofrenia en el 1997 y se introduce en el mercado la presentación de liberación prolongada en el 2008.
Hablando de dinamia.
Es un derivado dibenzodiazepínico, antipsicótico con alta afinidad por los receptores serotoninérgicos 5-HT-2A. Actúa como antagonista dopaminergico (receptores D1 y D2), se comporta como agonista parcial de los receptores 5-HT-1A, aumenta la liberación de dopamina en la corteza prefrontal por una acción antagonista parcial sobre los receptores 5-HT-2A y antagonista α2 adrenérgico, 5-HT-2C, 5-HT-1D. Por su parte, el principal metabolito activo de la quetiapina, norquetiapina, actúa como antagonista 5-HT-2C y es un potente inhibidor del transportador de noradrenalina (NET). Los receptores histaminérgicos H1 y α1 adrenérgicos también forman parte del perfil receptorial de la quetiapina, generando un efecto hipotensor y sedante. Los efectos sedantes de un fármaco se han relacionado sobre todo con la afinidad por estos dos tipos de receptores, aunque también se piensa que intervienen los 5-HT-2, involucrados en el control de la calidad del sueño. Además, la dosis administrada influye en el grado de sedación.
La quetiapina, administrada oralmente, es adecuadamente absorbida y se metaboliza extensamente, se une en un 83% aproximadamente a las proteínas plasmáticas. Sufre un metabolismo principalmente hepático, sobre todo por acción del citocromo P450 (CYP3A4), lo que puede originar interacciones metabólicas en presencia de inductores o inhibidores enzimáticos. No existen polimorfismos genéticos que afecten clínicamente a la funcionalidad del CYP3A4, por lo que no son esperables variaciones interétnicas o la existencia de diferentes patrones individuales de base genética en el metabolismo de la quetiapina. Aproximadamente el 73% de la radiactividad se excreta en orina y el 21% en heces.
Sus Indicaciones:
La quetiapina es uno de los fármacos más empleados en la Psiquiatría actual, debido a su eficacia terapéutica y seguridad clínica. El uso de medicación off-label de antipsicóticos se ha incrementado de manera significativa obteniendo buenos resultados, su indicación tiene que estar basada en la evidencia como es el caso particularmente de la quetiapina tanto para trastorno no psicóticos, así como también como inductor del sueño, debido a sus propiedades sedativas. Está aprobada para el tratamiento de:
• La esquizofrenia.
• Trastorno bipolar.
• Los episodios maníacos de moderados a graves en el trastorno bipolar.
• Los episodios depresivos mayores en el trastorno bipolar.
• Prevención de la recurrencia de episodios maníacos o depresivos en pacientes con trastorno bipolar. Dosificación: está disponible en dos presentaciones galénicas: liberación inmediata (LI) y liberación prolongada (LP).
La instauración del tratamiento debe ser progresiva, hasta alcanzar su dosis máxima terapéutica. Su comercialización en el mercado se encuentra en dosis de 25 mg hasta 400 mg. La dosis máxima recomendada es de 800 mg/día, administrada dos veces/día.
A bajas dosis (25 mg), quetiapina es un antagonista de los receptores histamina (H1) y adrenérgico (α1). A dosis entre 50-200 mg se incrementa el antagonismo de los receptores serotoninergicos, y a muy altas dosis (más de 300 mg) antagoniza receptores dopamina-2. Bajas dosis “off-label” explota el bloqueo de los receptores Histamina-1 causando sedación y el antagonismo de los receptores Alfa-1 adrenérgico para sus efectos ansiolíticos. Las dosis más altas actúan en los receptores serotoninergicos y dopaminergicos proveyendo los efectos antidepresivos y antipsicóticos, respectivamente.
Ilyas y Moncrieff reportaron que en 2010, quetiapina contó con 23% de la prescripción de antipsicóticos en Inglaterra y 54% de esta prescripción había sido para la tableta de 25 mg. El Sub-Comité de Utilización de Drogas del Comité de Tutoría de los Beneficios Farmacéuticos de Australia reporto que el uso más evidente “off-label” de quetiapina fue fuertemente para la dosis de 25 mg. La prescripción de quetiapina para el tratamiento del insomnio se ha vuelto una práctica común a pesar de la escasez de evidencia que soporte su eficacia como hipnótico.
Y en cuanto a las reacciones adversas…
Podemos encontrar una serie de sintomatología relacionada con las mismas, dentro de los antipsicóticos de segunda generación la quetiapina tiene un perfil favorable de tolerabilidad en relación con los síntomas extrapiramidales por su constante y rápida disociación de D2 , Aquí solo hablaremos de las más frecuentes o significativas ; dentro de ellas se encuentran:
• Aumento de peso
• Somnolencia
• Náuseas
• Hipotensión postural
• Efectos extrapiramidales mínimos.
Cabe destacar que estos síntomas decrecen con el uso continuado de quetiapina y disminuye notablemente de 7-15 días de tratamiento.
En caso de sobredosificación los síntomas que pueden presentarse en orden de gravedad son: sedación, hipotensión, depresión respiratoria, delirium y coma. En algunos casos, síndrome neuroléptico maligno.
Contraindicaciones y precauciones especiales de empleo en pacientes que presenten hipotensión o que estén utilizando antihipertensivos, síndrome metabólico, diabetes.
Bibliografía:
- “Off label or on trend: a review of the use of Quetiapine in New Zealand”; The New Zealand Medical Journal; 4th May 2018; Volume 131 Number 1474.
- “Bases neurobiológicas del efecto antidepresivo de la Quetiapina en el trastorno bipolar”; Actas de Psiquiatria.es; E. Prieto, J. A. Micó.
- “Tratado de Psicofarmacología, bases y aplicación clínica”; M. Salazar Vallejo y Cols; 2da Edición; pags 496-497.
- www.InstitutodePsicofarmacologia.com
- Janicak, P G., Marder S R., Pavulury M N; Principles and Practice of Psychopharmacotherapy. 5th ed. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins; 2010.
Escrito por:
Dra.Yomaly Almonte
Médico Psiquiatra
Master en Fisiología y Medicina del Sueño